En Entre Ríos hay 70 Asociaciones de Bomberos Voluntarios, que corren riesgo, ya que “en este momento los recursos que aportan la provincia y la nación no alcanzan ni para el 20 por ciento de los gastos”, indicó a esta Agencia Bisogni. En ese sentido, precisó: “El gobierno de Entre Ríos adeuda el último trimestre del Plan Manejo del Fuego del año pasado y, a su vez, el segundo pago del 2023 del combustible (de 1.800 litros de nafta super por cuartel)”.

La falta de fondos “complica el funcionamiento”, aseguró el bombero, quien comentó: “Desde la provincia piden mucho pero no ponen nada. Esa es la realidad. Es más, hay funcionarios que sueñan con estructuras pero para aportar no tienen un peso y tampoco nos pagan lo que le corresponde a los cuarteles”.

En ese marco, aseguró que las asociaciones están “cada día más complicadas, pero no solo porque que no llegan los recursos, sino, también, porque el combustible se fue a las nubes. El que pagaba 500.000 ahora abona 1.500.000 pesos y el que pagaba un millón y pico ahora abona 2.500.000 pesos”.

Falta de compromiso

Ante ese escenario, Bisogni aseveró que para estar en las asociaciones de bomberos “hay que tener mucho coraje, empatía y solidaridad, no como algunos funcionarios que porque no les cerraba el sueldo renunciaron, como el último director de Defensa Civil de la provincia”.

“Nosotros estamos acá por vocación. No estamos por lo que se cobra. Si fuera por lo que se gana tendrías que salir disparando, porque son todos problemas”, aseveró.

Al respecto, lamentó que los gobiernos no consideran la labor de los bomberos voluntarios: “Siempre estamos igual, se nos deja siempre para último. Ahora, cuando hay una convocatoria en una nación, hay una tormenta, un tornado, un accidente, lo primero que se llama es a los bomberos voluntarios, pero a la hora de pagarles somos los últimos”.